Termina un verano tranquilo pero España se enfrenta a un otoño bastante duro ya que tememos que el final de la moratoria sobre los concursos de acreedores, que creció un 21,3% en junio, un 25% en julio y un 15% en agosto, se incremente mucho más en septiembre y octubre. Además, el ICO ha cerrado las líneas abiertas durante la pandemia, donde la última extensión no se ha puesto en marcha.
Nos encontramos con 16.735 empresas menos de las que teníamos en julio, lo que implica el segundo mayor descenso desde 2013.
¿Qué es lo que ha ocurrido? Las empresas se están encontrando con un encarecimiento generalizado de los costes, especialmente los energéticos y las materias primas que han hecho disminuir drásticamente sus márgenes y, sobre todo, su liquidez. Además de las subidas de los tipos de interés y que las entidades financieras conceden menos crédito por cautela, lo que supone que la viabilidad de muchas empresas corra peligro.
CEPYME advierte que: “cabe esperar un incremento de mortalidad empresarial en los próximos meses”. “El año 2022, lejos de convertirse en un ejercicio que permitiese a las empresas generar recursos para curar las heridas del pasado, se ha caracterizado por una explosión importada de la inflación que ha disparado los costes y ha tensionado todavía más los márgenes y, sobre todo, la liquidez de las empresas en dificultades”.
Ante esta situación, las empresas tienen que tomar medidas de protección, que no afecten a su supervivencia. Por ello, desde Ores y Bryan, queremos asesorarles en buscar las mejores soluciones aseguradoras que les protejan de este panorama tan complejo.
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