Tiempo de incertidumbre, tensiones políticas y económicas están formando el caldo de cultivo de la postpandemia.
Quizás sea la palabra más empleada en los últimos días: “incertidumbre”, ya que en la actualidad se están combinando simultáneamente varios factores que influyen sobre la marcha de la economía global. No se conoce con exactitud la proporción de sus consecuencias, cómo podrán acabar afectando a nuestro presente y futuro, no obstante, se están percibiendo los primeros síntomas que nos hacen prever un porvenir no demasiado alentador.
- Uno de los principales elementos a destacar es la crisis energética, derivándose en: una escalada de los precios de las materias primas básicas, el encarecimiento del gas natural, el barril del petróleo, un aumento de las tarifas eléctricas, paralización de actividades productivas, transportes y alimentos más caros. El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania también está influyendo en gran medida sobre el precio de la energía.
- La consecuencia se está percibiendo en la economía familiar, la inflación, la tasa de variación anual del IPC se dispara en España en marzo 2022 siendo del 9,8 %, un 2% adicional a la del mes anterior, se trata de la tasa más alta desde 1985. En el siguiente gráfico se puede observar la variación de precio en diferentes bienes de la cesta de consumo, siendo el más trascendental la vivienda, seguido del transporte y en tercer lugar la alimentación.
Fuente: INE
Analizando el bien más afectado, saltan las alertas de los principales indicadores, la subida de precios exponencial está poniendo en peligro el mercado del sector de la construcción, el cual supone un 5,7% del PIB nacional.
Los precios de los materiales de construcción han registrado un incremento sin precedente respecto a los últimos años, esta situación pone de manifiesto una reducción a los márgenes en este mercado, empeorando aún más, si cabe, la situación actual.
A la situación anterior, influyen otros factores, como el final simultáneo de la moratoria concursal y la carencia de los créditos ICO el 30/06/2022. Todos estos factores combinados muestran un enorme peligro de empeoramiento en los plazos de pago de las empresas, donde los más perjudicados serán las pymes y autónomos.
Adicionalmente, se sumará la tendencia al alza de los tipos de interés, como indica Antoni Cañete, presidente de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad: “cada día será más caro y difícil financiar el retraso en el cobro”
Las principales aseguradoras de crédito Solunion y Crédito y Caución estiman un gran repunte de insolvencias y concursos de acreedores en este sector, de hecho, se está comenzando a apreciar esta afirmación. En los últimos meses, las insolvencias en el sector de la construcción solamente son superadas por el sector servicios. En 2021 es un 8% mayor al de 2019, por lo que se detecta un cambio de tendencia sobre los años anteriores. Con respecto al mismo mes de 2021 las insolvencias en el sector de la construcción aumentan en Enero y Febrero de 2022 un 9% y 25% respectivamente según el último estudio de la compañía de seguros Solunion. Se está experimentando un crecimiento en este tipo de incidencias que nos recuerda a los fantasmas de la gran burbuja inmobiliaria.
En definitiva, la economía dopada en la que nos encontramos gracias a las medidas ejecutadas por el gobierno durante 2020/2021 debido a la pandemia, parece estar llegando a su fin, llegará el momento en el que no se puedan prorrogar más dichas medidas. Hemos tenido un periodo menos convulso en cuanto a relaciones comerciales se refiere, sin embargo, los primeros síntomas están apareciendo en 2022 y se sugiere ser precavido, toda vigilancia es insuficiente cuando se habla de tranquilidad, seguridad y la continuidad del negocio o actividad de la empresa.
Síguenos